¿Qué es educar?
Podríamos decir que toda educación se relaciona con el binomio
información-formación. La información nos proporciona los conocimientos
necesarios para manejarnos en la sociedad y conseguir una capacitación
profesional que permita el desarrollo personal en el trabajo. Uno de los fines
del sistema educativo es formar a diferentes tipos de personas como:
administrativos, chóferes, médicos, informáticos, químicos, etc. Pero, ¿Porqué
cada persona se dedica a una actividad profesional u otra?, ¿Tiene algo que ver
la educación adquirida a lo largo de su vida?
La información no se refiere solamente al aspecto profesional, sino también
a la adquisición de habilidades y procedimientos de actuación, que permiten
perfeccionar ciertas facultades humanas. Por eso hablamos de educación
sentimental, sexual, vial, cívica y de dominio de la voluntad. Para un
estudiante es importante la adquisición de técnicas de estudio, de
procedimientos para desarrollar la memoria y dominar las técnicas de lectura rápida
manteniendo la comprensión.
La
educación conduce a la formación de un hombre más maduro, más completo y más
coherente. El hombre es maduro cuando alcanza un buen equilibrio personal entre
sus facultades intelectuales, su cuerpo y sus relaciones sociales. Y es
completo cuando sabe conexionar diversas vertientes adecuadamente y es
coherente cuando establece una armonía ente las ideas y la conducta, entre la
teoría y la práctica.
En
toda educación es importante la figura del educador (familia/ profesores/ entrenadores…)
y la tarea de autoformación del propio educando. El poder del educador depende
menos de su palabra que de su ejemplo. Es decir, es muy importante la actitud
que tenga el educador hacia el educado; ya que se podría decir que el niño que
esta siendo educado necesita un modelo de identidad, una persona ejemplar a la
que admirar y en quien aprender. Las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.
Pero
el agente principal de la educación es uno mismo, es la propia persona que
formula y desarrolla su proyecto personal. Los medios para alcanzar los
objetivos propuestos son dos: la motivación y el esfuerzo. La motivación nos
mueve a actuar y mediante el esfuerzo realizamos pequeños vencimientos
concretos, repetidos una y otra vez, hasta conseguir el control de la propia
conducta.
En conclusión, podríamos decir que no existe
un mismo estereotipo de educación, ninguna persona consiga aprender de la misma
forma que otra ni consigue una misma educación, para ello es necesario que el
educador primero adopte una buena conducta para dar buen ejemplo a los niños y
que también sea capaz de adaptarse a las capacidades y necesidades de cada
niño/a. Si el educador consigue adaptarse a cada uno, conseguirá ser un buen
educador y llegará a alcanzar los objetivos propuestos previamente.
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